Michelle Obama usó su posición como Primera Dama para impulsar a las empresas y cadenas de televisión que promuevan los alimentos saludables para niños. Recalcó que es importante promover un cambio cultural de los hábitos alimenticios.
Una investigación demuestra que la comercialización de alimentos es una de las principales causas de la obesidad infantil porque los anuncios y promociones impresionan a los niños y estos a su vez presionan a sus padres a comer lo que vieron en la televisión.
La Primera Dama mencionó que es necesario que se procure un "cambio cultural" en los hábitos alimenticios. Destacó como ejemplos las barras de ensaladas que están ahora en muchos comedores escolares y los menús de los restaurantes de los niños que ofrecen productos tales como el brócoli y la pasta de trigo integral.