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Retroceso en valores: Cuba y la perspectiva de género

En la isla hay una política de Estado que promueve la educación integral desde la infancia y prohíbe la discriminación por cuestiones de orientación sexual.


  

La homofobia persiste como conducta social, no como política, asegura Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) de Cuba, e hija del presidente Raúl Castro y de la fallecida revolucionaria Vilma Espín.

Sin embargo, agrega, una sociedad como la cubana, socialista, que promueve la justicia y la equidad no puede reproducir desigualdades, prejuicios y discriminación en contra de personas homosexuales, lesbianas o transgénero.

Todavía no se ha logrado el reconocimiento legal de la identidad de género, aunque existe un proyecto de ley y es momento de retomarlo y actualizarlo. En la agenda legislativa cubana también están pendientes reformas al Código de Familia para incluir los derechos por orientación sexual e identidad de género, apunta.

Promotora incansable de los derechos sexuales y reproductivos, Mariela Castro también subraya la importancia de asegurar la educación integral de la sexualidad porque es dar las herramientas a los ciudadanos, en las diferentes etapas de su vida, para que sean libres. Y al ser libres demuestran su capacidad y responsabilidad.

Y agrega: en la medida que adquieres responsabilidad sobre tu vida, tu capacidad reproductiva y de relación social, adquieres una gran libertad. Eso es lo que busca Mariela: que termine la manipulación por los prejuicios, por los intereses de poder heredados y que cada individuo sepa hacerse cargo de sus decisiones.

La activista estuvo de visita en México para participar en la Conferencia Internacional de la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas.

En entrevista comenta sobre los temas pendientes en Cuba y América Latina como el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción.

Lo tienen en el Distrito Federal y es muy bueno porque si los heterosexuales tenemos la oportunidad de elegir casarnos o no, tener familia dentro o fuera del matrimonio, las parejas del mismo sexo deben tener ese mismo derecho.

La sexóloga cubana insiste en que el cambio de actitudes se logra luego de un proceso de análisis y reflexión, el cual debe iniciar con la familia y la comunidad. Dar la información sólo a los niños los coloca en una contradicción si esos conocimientos carecen del aval de la familia. Es difícil, pero vale la pena y en la isla existe el interés de que los hijos no se pierdan de nada.

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