La Ley tiene como objetivo evitar el encarnizamiento terapéutico. 58 por ciento del total se suscritos realizaron su trámite en el 2014.

A siete años de que se promulgó la Ley de Voluntad Anticipada, el 58 por ciento del total de los 4 mil 463 personas se suscribieron durante 2014.

Promulgada en enero de 2009, la Ley de Voluntad Anticipada consiste en la decisión libre de una persona, en pleno uso de sus facultades mentales, para que no sea sometida a tratamientos o procedimientos médicos que ya no cumplan el objetivo de curación, cuando padecen una enfermedad terminal.

"La ley enfatiza que no se trata de abandonar al paciente, sino de modificar la atención, enfocándola a aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida del paciente en etapa terminal", dijo el secretario de salud capitalino, Armando Ahued.

Aclaró que la voluntad anticipada tiene dos objetivos: asistir a los enfermos avanzados sin tratamientos agresivos y proteger la dignidad de las personas.

De acuerdo con especialistas, existen dos vías para suscribir la Voluntad Anticipada, una es ante notario público, donde cualquier mayor de edad puede manifestar su deseo sin estar en un proceso crítico de salud y a través del formato que se entrega en hospitales públicos y privado para pacientes que ya transitan por una enfermedad terminal.

Ahued Ortega señaló que por cada persona que signó en hospitales, siete lo hicieron ante notario público, "lo que representa que la población se quiere hacer responsable de su salud y no dejarle problemas a sus familiares", dijo.

Según cifras de la Secretría de Salud local, en 2014 los hospitales privados registraron el 48 por ciento del total de suscripciones en nosocomios, mientras que el 27 por ciento correspondió a la red de salud de la ciudad, números seguidos por hospitales e institutos federales.

Asimismo, de los suscriptores ante notario público, el 50 por ciento expresó su deseo por donar sus órganos después de la muerte y a través del formato en hospitales solo el 5 por ciento.
Mari Cruz Medina Mora, responsable del programa, destacó que durante este tiempo se ha logrado desmitificar que la Ley de Voluntad Anticipada sea equivalente a la eutanasia o el suicidio asistido y al contrario de eso, ha contribuido a concientizar sobre el derecho al bien morir.

Durante la conmemoración del séptimo aniversario de la ley, Armando Ahued exhortó a la población a firmarla, como una manera de ser responsable en vida y al tener buen estado de salud de lo que puede ocurrir en el futuro "porque no sabemos si en algún momento seremos enfermos terminales, no le dejemos todos los problemas a la familia, hay que ayudar a decidir", comentó.