El próximo año escolar debe reanudar el 5 de septiembre, pero todo dependerá de las condiciones de seguridad del país.

Hasta el momento, 3 mil 600 institutos han sido cerrados, y los estudiantes y sus familiares trasladados a zonas más seguras. Entre las escuelas cerradas, 248 están totalmente destruidas, 270 acogen a personas desplazadas y otras 68 están ocupadas por grupos armados.

Para el sistema de educación de Yemen, un contexto tal, según UNICEF, implica un impacto devastador.

Actualmente la ONU está tratando de dar apoyo a más de 200,000 niños en edad escolar, proporcionando cuadernos, lápices y mochilas. Por su parte, el Ministerio de Educación yemení está tratando de movilizar a los profesores necesarios y habilitar espacios temporales, tales como tiendas de campaña, para impartir clases.

Antes del conflicto actual, la tasa de escolarización en Yemen era del 79%, a pesar de que 2 millones de niños no podían asistir a la escuela debido a la pobreza, la discriminación, así como la mala calidad de la enseñanza.