El invento de Sophie evitaría que padres se olviden a sus hijos dentro del carro, y que éstos mueran por infarto por calor.

En su clase de cuarto grado le pidieron que invente algo y Sophie Rapson cumplió con la consigna y mucho más. Su proyecto de hecho se ha convertido en un invento que podría salvar la vida de los tantos de niños que mueren olvidados en los carros de sus padres.

El proyecto de clases era parte de lo que en el colegio de Sophie se llama la “Convención de la Invención” para el cual Sophie y su madre Jenny (de Mommin’ it up) prepararon pensando sobre grandes problemas y cómo resolverlos.

Así fue como dieron con esta triste problemática. De acuerdo con la página NoHeatstroke publicada por Jan Null de la Universidad Estatal de San José, en lo que va del año, 39 niños han muerto de calor al ser olvidados en carros por sus padres mientras ellos salen de compras.

Suena a algo que ningún padre haría jamás pero muchas veces los padres que han caído en esta práctica lo hacen por error: “me olvidé del bebé”, o “la ‘pequeña diligencia’ se demoró más de la cuenta”.

Con la ayuda de sus padres, Sophie decidió que el invento debía ser algo súper práctico que conecte a los padres a la silla del bebé. El diseño de Sophie se compone de dos brazaletes de velcro conectados por una cuerda flexible que podría ajustarse a distintas longitudes, para distintos tipos de auto. Un brazalete es llevado por el padre y el otro se adjunta a la silla del bebé. De esa forma, cuando el padre se baje del carro, no podría dejar al bebé porque no podría físicamente alejarse del carro. Sophie llamó a su invento el “No-me-olvides” para bebés.

El “No-me-olvides” para bebés de Sophie podría evitar decenas de muertes todos los años. Jenny, la madre de Sophie, compartió el invento de su hija en su blog y en el blog For Every Mom. Asegura que aunque el “No-me-olvides” no está a la venta, a Sophie no le importa si otros padres lo copian porque su meta es que menos bebés mueran por una razón tan triste.

Verdaderamente pequeñas mentes pueden lograr grandes cosas. La próxima vez que venga tu hijo con un proyecto escolar particularmente difícil, ¡manos a la obra! Quién sabe, podría cambiar el mundo.

.