Diego Valadés, abogado constitucionalista, aseveró que es momento de discutir el tema sobre la eutanasia y suicidio asistido

La coyuntura de salud médica a nivel nacional — proceso de envejecimiento de la población, así como el aumento de las enfermedades crónico-degenerativas— orillan a México a dar inicio a la discusión respecto a la eutanasia y el suicidio asistido, planteó Diego Valadés, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Valadés es integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la máxima casa de estudios del país; anunció que las personas de la tercera edad con salud delicada, así como enfermos de otras edades, poseen el derecho de exigir y ejercer esta opción que dentro de poco se podría convertir en una demanda social; es menester un análisis a nivel nacional para conocer los motivos que exhortan a las personas a practicar este método de despedida terrenal.

El también abogado constitucionalista anotó que la muerte asistida se aplicaba únicamente a personas con enfermedades terminales y dolorosas, pero algunos países han ampliado el concepto y campo de aplicación para con los que sufren de deficiencias de salud que, sin ser terminales, afectan posibilidades de autonomía y merma su percepción de dignidad.

Aunque este tema involucra aspectos de carácter religioso y concepciones éticas, la intención primaria es que los sistemas jurídicos permitan la eutanasia dentro de condiciones de seguridad plena, con protocolos médicos y jurídicos rigurosos, a favor de quienes deseen ser privados de una vida que ya consideran innecesaria”.

Diego Valadés, que funge además como miembro de El Colegio Nacional señaló que, en México, la voluntad anticipada, permite a cualquier persona indicar, ante un claro deterioro de su salud, su voluntad respecto a permanecer o no conectado a aparatos médicos que garanticen una sobrevida artificial: primer paso a la eutanasia.