Se ha presentado una iniciativa sobre la Ley de la Ortotanasia, que evita el encarnizamiento terapéutico, con el objetivo de busca mejorar la calidad de vida del paciente terminal. Aunque es algo bueno, algunas asociaciones califican esta ley de espinosa y compleja, pues se tiene que cuidar que no se caiga en eutanasia o en distanasia.
Esta iniciativa regresa al paciente el derecho a decidir sobre su tratamiento, no criminaliza al médico por atender las disposiciones de su paciente y tampoco culpa a la familia para hacer cumplir la voluntad del enfermo terminal.
Se respeta el derecho del paciente a decidir pero también a los médicos su objeción de conciencia. La Ortotanasia brinda las medidas necesarias para mejorar la calidad de vida a quienes se les pronostica muerte a corto plazo. Es diferente de la Eutanasia, pues a este se le provoca deliberadamente su muerte y también diferente de la distanasia que busca retrasar la muerte por todos los medios posibles aunque no haya esperanza.
En Sinaloa, el Congreso del Estado organizó un foro para discutir sobre la Ley de Voluntad Anticipada, que promueve la ortotanasia, la cual busca asegurar la calidad de vida de los ciudadanos que enfrentan una enfermedad terminal.
La propuesta de ley consiste en evitar el encarnizamiento terapéutico al retirar todas las medidas desproporcionadas que en nada benefician al paciente terminal: pero se continúa con las medidas que disminuyen o suprimen el dolor y otras molestias.
La ortotanasia se distingue de la eutanasia en que la segunda directamente elimina la vida, mientras que la primera solamente acompaña el proceso natural de la muerte del paciente.