Los padres de Charlie Gard, el bebé enfermo terminal en el centro de un largo y doloroso proceso judicial, regresaron este martes a los tribunales para pedir permiso de llevar a su hijo a casa.
Los abogados de Chris Gard y Connie Yates expresaron ante la Corte Suprema que quieren pasar "unos días de tranquilidad por fuera del hospital antes de que Charlie pase a mejor vida".
El lunes los padres desistieron de la pelea legal con la que buscaban llevar al pequeño a Estados Unidos para un tratamiento experimental, después de que fueron informados que ya era demasiado tarde para darle ayuda.
Y desde entonces han estado pasando unos "preciados últimos momentos" con el bebé, quien está conectado a un sistema de soporte vital.
Sus padres entablaron una batalla legal luego de que el equipo médico a su cargo en el hospital Great Ormond Street Hospital dijera que la extensión de tratamientos sin perspectivas sólo prolongaría el sufrimiento del bebé.
Después de juicios y apelaciones que incluyeron la Corte Europea de Derechos Humanos, los tribunales estuvieron de acuerdo con los médicos.
Los padres, sin embargo, insistieron y le pidieron a un juez que le permitiera a su hijo participar de un tratamiento experimental con nucleósidos en Nueva York.
Pero el equipo médico que actualmente atiende a Charlie argumentó que esto sería "inútil"
Finalmente, la pareja decidió culminar el proceso este lunes, luego de que Michio Hirano, el médico estadounidense a cargo de la terapia experimental, les dijera que ya era demasiado tarde para tratar la rara condición genética de Charlie.
"Ahora vamos a pasar estos preciados últimos momentos con nuestro hijo Charlie, que por desgracia no llegará a su primer cumpleaños, en menos de dos semanas", le dijo su padre a los periodistas al salir del tribunal.
"Mamá y papá te quieren tanto Charlie, siempre lo hemos hecho y seguiremos haciéndolo. Sentimos tanto no haberte podido salvar...", agregó.