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Este sábado los colombianos marcharán a favor del derecho a la vida, después de 9 años de la despenalización del aborto.


  

 

El 23 de mayo en Bogotá y más de 26 ciudades de Colombia se celebrará la 9ª edición de la Marcha por la Vida, una iniciativa ciudadana para expresar su rechazo al aborto en el país al recordarse el noveno año de su despenalización.


En Bogotá, la marcha tiene como hora de inicio las 9:00 a.m. (hora local), y el punto de encuentro es Torre Colpatria hasta Plaza de Bolívar.


En un comunicado difundido el 19 de mayo, Amanda Rodríguez, portavoz de la plataforma coordinadora del evento, Unidos por la Vida, señaló que la marcha nacional "tiene como objetivo rechazar la práctica masiva del aborto en Colombia, con motivo de los 9 años de despenalización en nuestro país, que ha ocasionado la muerte de miles de niños por nacer, graves secuelas en sus madres y en la sociedad".


Señaló además que en esta ocasión "rechazaremos públicamente la reglamentación de la eutanasia en Colombia".


Amanda Rodríguez alentó al gobierno de Colombia a promover "los cuidados paliativos para todos y sea abolida cualquier práctica que atente contra la vida desde la concepción hasta la muerte natural".


"Las familias tenemos una cita para defender a los más vulnerables", subrayó, y alentó a llevar a la marcha del 23 de mayo a "niños, jóvenes, abuelos, todos unidos por la vida".


El Nuncio Apostólico en Colombia, Mons. Ettore Balestrero, expresó su saludo y oración los participantes en la 9 Marcha por la Vida y aseguró que "ninguna persona puede ser un error, y querer matar a una persona y decir tú eres un error, tú no tienes que estar acá, esto no es aceptable".


"En un país, en una sociedad que quiere unirse, reconciliarse, intentar y pretender que una persona sea un error es decir lo contrario a lo que se necesita para la unión de una sociedad", señaló, y subrayó que "es inhumano y no podemos en nombre de la humanidad ser tan inhumanos de desprestigiar y hasta acabar con una persona".


Mons. Ettore Balestrero destacó que esto es aún más apelante "para los que tienen fe", pues sabemos que "Jesús se identifica con cada persona".


"En el rostro de cada persona vemos el rostro de Jesús. La persona es la carne de Cristo, como nos dice el Señor y nos recuerda el Papa Francisco", indicó.

 

 

La sociedad debe ser debidamente informada de las implicaciones que tendría el legalizar estas uniones.


  

 

Los irlandeses decidirán este viernes si "el matrimonio puede ser contraído de acuerdo con la ley por dos personas sin distinción de sexo". Sería el primer país del mundo en tomar esta decisión en una votación en referéndum. Poco más de tres millones de ciudadanos están llamados a las urnas.


Una cuestión que hubiera sido inimaginable hace unos años, en un país de fuerte tradición católica que no despenalizó la homosexualidad hasta 1993.


La votación ha generado intensos debates durante las últimas semanas desde que en abril, la Convención Constitucional, establecida este año para debatir cambios en la Carta Magna irlandesa, decidiera por mayoría la necesidad de refrendar en la Constitución este tipo de uniones.

A partir de ese momento cientos de voluntarios se han lanzado a las calles para intentar convencer a los ciudadanos de votar "sí" o "no" a esta cuestión.

 

 

Rebasan usuarios al transporte público

En Nuevo León el transporte público es caro e insuficiente, esto provoca a los ciudadanos problemas económicos, dificultad para llegar a tiempo a sus trabajos y escuelas, así como la reducción del tiempo destinado a la convivencia familiar.


  

 

La saturación del transporte público de Nuevo León raya en el colapso.


Traslados de hasta dos horas dentro del área metropolitana, unidades y vagones saturados e insuficiencia operativa son parte del calvario diario de miles de usuarios.


Pese a ser el más caro del País, rutas urbanas, Metro y hasta la recién creada Ecovía son rebasadas por la alta demanda de usuarios, dejando a cientos de pasajeros colgados en estaciones y paradas.


Rutas urbanas que dan servicio a municipios periféricos como Apodaca, Juárez y García y las Líneas 1 y 2 del Metro son los mejores ejemplos.


Un viaje desde Apodaca hasta el Centro de la Ciudad puede llevar hasta 2 horas con 10 minutos.


Aunque la frecuencia de paso de algunas rutas de largo trayecto es de 10 a 15 minutos, abordarlas después del primer tercio de su recorrido es prácticamente imposible.


Ése es el caso de la Ruta 101 Manantial, en Apodaca, y la Ruta 229, en San Nicolás, en las que sus usuarios tienen que salir de sus hogares casi 3 horas antes de la hora de entrada a sus trabajos o escuelas, para poder abordarlas en la mañana.


Y no se trata de alcanzar un asiento, los camiones van tan saturados que simplemente ya no hacen paradas.


En las Líneas 1 y 2 del Metro la situación no es distinta.


Además de las frecuentes fallas en el servicio e instalaciones, los más de 30 mil usuarios tienen que desplazarse hacia las terminales ubicadas en los extremos de los recorridos para poder abordar los trenes en horas pico.


Aunque los convoys hacen paradas en cada estación, abordarlos a partir de la tercera escala es una tarea imposible que se limita a ver cómo se abren y se cierran las puertas.


De acuerdo con Metrorrey, en los últimos 7 años su demanda se ha duplicado de 240 mil a 480 mil viajes diarios, un incremento que no está a la par de su infraestructura.


A diferencia de Metro, la Agencia Estatal del Transporte carece de estadísticas para dimensionar el déficit del servicio, como horarios y frecuencias de paso promedio y número de unidades en servicio por día.


Pero ni la Ecovía se salva de los congestionamientos. A un año y cuatro meses de su inauguración, estaciones de transferencia como Mitras y Regina ya exhiben huellas de saturación con filas que salen de las estaciones y esperas de hasta cuatro unidades para poder abordar.


José Luis Castro Ruiz, especialista en transporte y profesor investigador del Colegio de la Frontera Norte, estimó que el 80 por ciento de la población en Nuevo León usa el transporte público, sin embargo, el Gobierno estatal carece de canales.

 

 

Es urgente una atención y orientación adecuada dirigida a las familias de víctimas y victimarios para que encuentren acogimiento en su hogar y esto genere motivación en ellos.


  

 

Especialistas de la Universidad Iberoamericana destacaron que en México existen más de 11 mil jóvenes recluidos en comunidades de tratamiento especializado para adolescentes (CTEA). Organismos públicos y privados detectaron que muchos de ellos no tienen sueños ni planes de vida a largo plazo.


Reunidos en la conferencia Adolescentes en conflicto con la ley, en conjunto con la Asociación Mexicana de Orientación Psicológica y Psicoterapia y la Fundación Reinserta, señalaron que la primera causa de muerte de los jóvenes de entre 15 y 29 años es el homicidio.


En un comunicado, Alma Eunice Rendón Cárdenas, directora general de Planeación Estratégica para la Prevención, destacó que en este sector de la población se encuentran tanto víctimas como victimarios: "Más de 60 por ciento de los delitos son cometidos por alguien en ese rango de edad".


Jimena Cándano Consesa, directora general de la asociación Reintegra, afirmó que la mayoría de los adolescentes en reclusión "han vivido violencia en sus casas, escuelas y comunidades. No existe una cultura de legalidad en los ambientes en los que se mueven.


"Hemos descubierto que el principal problema es la falta de sueños. Simplemente cumplen un destino que alguien más escribió para ellos", lamentó.


Rendón Cárdenas agregó que, al menos en el Distrito Federal, 67 por ciento de estos jóvenes abandonó la escuela antes de los 10 años, y la mayoría sufrió actos de violencia de toda índole en sus hogares.


Muchos trabajan desde los 12 años y gran parte son consumidores de droga. La mayoría ingresó a la CTEA por cometer delitos como robo con violencia, homicidio, portación de arma prohibida, robo de vehículos, delitos contra la salud y participación en delincuencia organizada. Sin embargo, apuntó, "a más de 60 por ciento le gustaría salir para apoyar a sus familias".

 

 

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