¿Qué tal te va? Espero que estés aprovechando el verano con tu familia. Y hablando de la familia y de los hijos, aún quiero compartirte algunas ideas sobre los suicidios en adolescentes y jóvenes. Es un tema delicado e importante.

En boletines pasados ya reflexionamos sobre algunas causas del suicidio: la depresión, la crisis de la familia, la presión social. También veíamos algunas maneras de prevenirlo, principalmente a través del diálogo y la cercanía de los padres con los hijos. La psicóloga María Fernanda Chávez[1] nos comentaba que para la prevención del suicidio es importante también que el adolescente cuente con un grupo de amigos. “Un adolescente solo, es un adolescente en riesgo”, según la psicóloga. Los amigos son el oxígeno que respira el adolescente; tener cerca personas con las que pueda contar en medio de las crisis de la adolescencia es vital.

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Un problema social que María Fernanda identifica y que influye en el suicidio es la falta de humanidad, la crueldad de la sociedad moderna. Esto se puede dar en la escuela pero también en la familia y en la sociedad en general. Por ello es importante formar en el respeto. Respeto no es que todos pensemos igual, podemos no estar de acuerdo, pero eso no es lo mismo que humillar y agredir. Enseñar al adolescente que él vale pero que el otro también vale, que deje de criticar y juzgar al otro por su dinero o su apariencia física y que más bien tienda la mano y aprenda a convivir en paz con los demás, incluso aunque no comparta sus puntos de vista o su estilo de vida.

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