Recibe un saludo cordial. ¿Recuerdas que hablamos sobre el bullying o acoso escolar? El fin de semana me comentaron algo que sucedió en una presentación de un mimo (sí, los que se pintan y actúan sin hablar). En esa presentación, algunos niños comenzaron a burlarse en voz alta e interrumpir al mimo. Afortunadamente el mimo pudo improvisar y sacar adelante su número.
Los niños no reaccionaron con candor. Reaccionaron buscando agredir. Para algunos el éxito consistía en humillar al mimo. Algunos papás intervinieron. Pero no todos. Tenemos que conocer el bullying y actuar. Tenemos que entender qué sucede para reducirlo.
Comentábamos que para que se dé el bullying tiene que haber violencia y que uno pueda hacerle daño a otro.
En el bullying hay varios tipos de violencia.
La sicóloga Alejandra Elizalde, experta en bullying, me comentaba que existen varios tipos: la violencia física, que es más utilizada por los niños y se permite un poco más en los varones por cuestiones de diferencia entre niños y niñas. También está la violencia psicológica, como el chantaje o las palabras hirientes entre iguales o pares. Por último, está la violencia social, que suele ser más invisible, es más difícil de detectar. Es común que la utilicen más las niñas, por ejemplo, cuando hablan a espaldas de alguna compañera y ésta se da cuenta; o usando la "ley del hielo", es decir, dejarle de hablar a alguien. Esta “es una de las peores violencias que hay, porque daña muchísimo a las personas, daña la autoestima, es muy dolorosa, es como decir «no existes»”, señala Alejandra.
Algo más, hay que estar conscientes de que los niños repiten en la escuela lo que ven en casa. No solo las acciones sino también las actitudes. Si ellos son violentos en la escuela, es quizá porque están viviendo o presenciando en casa algún tipo de violencia.
De hecho, señala esta sicóloga las problemáticas familiares son uno de los detonantes del bullying; a veces la misma dinámica familiar de alguna forma lo promueve. Por ejemplo, si los hijos ven que la pareja discute, que se levantan la voz, se gritan o no se ponen de acuerdo, esa es la forma en que el niño está aprendiendo a relacionarse con otros, y entonces empiezan a repetir esto en la escuela.
También nos comparte algunas maneras en que se puede prevenir este fenómeno:
- Inculcar en los niños el sentido comunitario y el altruismo, el ayudar al otro sin esperar nada a cambio. Esto debe hacerse empezando en la casa y también en la escuela.
- Establecer reglas claras y concretas en casa. La falta de límites es un detonante del bullying. Con reglas claras y firmes, los hijos se sienten contenidos y así también es más dificl que sean víctimas de bullying.