México es una República laica, esto se establece en el artículo 40 de nuestra Constitución. ¿Qué quiere decir esto? La palabra “laico” significa “Independiente de cualquier organización o confesión religiosa”. Es decir, no se impone una confesión religiosa en la esfera de lo político, ni viceversa: el gobierno no interviene en asuntos de la fe. Ahora bien, esto no significa que el Gobierno o las leyes deban actuar como si no existiera la fe o como si fuera algo dañino. Al contrario. El artículo 24 de la Constitución reconoce a los ciudadanos el derecho de participar, tanto en público como en privado, en actos religiosos, siempre que no constituyan un delito. Este mismo artículo aclara que no se deben usar los actos públicos religiosos con fines o proselitismo político.
A pesar de tener libertad religiosa en nuestro país aún persiste en México una corriente que malinterpreta la laicidad. Bajo el pretexto de que México es laico algunos grupos y personas quieren excluir el aspecto religioso no solo del contexto político sino también del social o público. Y esto atenta contra la libertad religiosa. Una cosa es ser laico y otra muy distinta ser antirreligioso.
¿Crees que un Estado laico debe hacer a un lado completamente la religión o reconocerla como un valor de sus ciudadanos? Contesta nuestra encuesta aquí.
Las distintas confesiones religiosas y los valores que de ellas emanan son una aportación cultural importante a la sociedad. De las distintas asociaciones religiosas que existen han surgido obras que benefician a miles de personas: hospitales, orfanatorios, asilos de ancianos, etc. Además la religión le da un sentido de trascendencia al hombre y esto beneficia a la sociedad, pues los valores que se viven en la religión se trasladan a la convivencia social, valores como la generosidad, la honestidad, la solidaridad, la verdad, la compasión, entre otros.
