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Han sido días de muchas noticias importantes, y algunas no tan buenas desafortunadamente. Como ciudadanos sentimos a veces una gran impotencia al ver que nuestras autoridades emiten disposiciones o mandatos que perjudican a la dignidad de la persona. Muchas de estos mandatos se realizan sin que a nosotros, los ciudadanos, se nos tome en cuenta nuestra opinión. Tal es el caso de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, la cual ha decretado la muerte antes de nacer de los hijos que hayan sido concebidos en violación.

Exige a la Suprema Corte de Justicia que proteja la vida de los hijos en gestación. Firma la petición haciendo click aquí.

En un comunicado emitido el 4 de abril de 2018 [1], la Suprema Corte de Justicia decidió que sería considerado "tortura" que las autoridades se resistan a cometer un aborto si la mujer lo pide porque fue violada. Esto es, entre otras cosas, olvidar que el delincuente es el violador, no el hijo.

Este comunicado se emitió porque una menor de edad se amparó ya que se le negó abortar a su bebé, el cual fue producto de una violación. Al parecer el bebé tenía una “alternación congénita grave” (según el comunicado de la Corte). La Segunda Sala de la SCJN consideró entonces que esto convierte a la menor de edad y a sus padres en “víctimas”. ¿No es el hijo la principal víctima?

Me llaman mucho la atención varios puntos de este hecho. La jovencita ciertamente fue víctima de un crimen muy grave, la violación. Pero el delito fue la violación. El bebé no tiene la culpa. ¿Esa joven es “víctima” si se protege la vida del bebé? No se puede llamar “tortura” proteger al hijo (sea la circunstancia que sea en la que lo haya concebido, es un hijo). Segundo punto que llama la atención: que la otra víctima, es decir, el bebé, no sea tomado en cuenta para nada. Dice la Corte en su comunicado que debería ser considerada una “violación grave a derechos humanos” el que no se haya permitido a esta menor cometer un aborto. ¿Y dónde quedaron los derechos de la otra víctima, el bebé? Se pasan por alto o se ignoran completamente.

No es justo que se ignore y se mate a los bebés en gestación. Exige a la Suprema Corte de Justicia que reconozca y proteja la vida de esos bebés, y que se respete su primer derecho: el derecho a la vida. Firma la petición haciendo click aquí.

Esto es despreciar la vida humana por su origen. El hijo en gestación es tratado como torturador, y en vez de que se proteja su vida se le condena a morir abortado. Además, por el hecho de que tenga una alteración congénita no se tiene derecho a quitarle la vida a un hijo. 

Señores de la Segunda Sala de la SCJN: esto no es justo ni es razonable. En la violación el delincuente es el violador, no el hijo. El delito es la violación, no el embarazo.

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Exige a la Suprema Corte de Justicia que corrija esta disposición y que reconozca la protección de la vida de un hijo en gestación con su plena dignidad y en respeto del primero de sus derechos: el derecho a su vida. Firma la petición haciendo click aquí.

El famoso cantante Andrea Bocelli ha declarado en varias ocasiones que los médicos recomendaron a su madre abortarlo. Ella no quiso hacerlo y decidió tener a su hijo. De qué gran cantante se hubiera perdido el mundo si su madre le hubiera hecho caso al médico, o si las autoridades de su país le hubieran dicho que era una “víctima” y que tenía derecho a abortar. Casos similares son los de Chespirito y Cristiano Ronaldo, cuyas madres optaron por no abortarlos y les permitieron nacer.

La vida humana, desde su inicio en la fecundación, es valiosa. Como sociedad tenemos el deber de defenderla y respetarla. Las leyes y el gobierno también tienen este deber. Corresponde a nuestras autoridades encontrar la forma, los mecanismos, implementar los programas necesarios para que la madre y el bebé estén bien, y para que las mujeres víctimas de violación tengan las ayudas necesarias para salir adelante, pero siempre respetando la vida de ambos, la de la madre y la del bebé.

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