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ConParticipación

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MEl escritor Philippe Ariño explica en el Arzobispado de Barcelona su “camino"a


  

 

El escritor Philippe Ariño, 36 años, homosexual y célibe, defendió ayer las virtudes de su “camino”. Su conferencia, auspiciada por el Arzobispado de Barcelona, provocó el rechazo del colectivo gay, que protestó frente a la parroquia de Santa Anna y también dentro, gracias a cuatro infiltrados que cantaban más que un policía de paisano en una manifestación okupa. Ariño pudo hablar con tranquilidad frente a 200 jovencísimos católicos —“hemos duplicado el aforo habitual”, se felicitó un portavoz— que le recibieron con aplausos y gritaron “¡libertad, libertad!” cuando los infiltrados abandonaron la parroquia. El periodista no pronunció un “discurso del odio” contra los gays —como habían temido algunos colectivos—, sino que explicó su vida, teñida de reflexiones con pretensión filosófica sobre el hecho de ser homosexual.


Entre sus amigos descubrió “historias muy graves”, que luego plasmó en el libro Homosexualidad contracorriente. Violaciones, robos. Incluso crímenes. “Hay una gran violencia dentro de la comunidad homosexual, que no viene del exterior”, afirmó. Por si fuera poco, esa violencia se cubre con una omertà a la siciliana: “Hay una ley del silencio muy potente”.


Sufrió bullying en el instituto, aunque no guarda rencor a sus compañeros. Y dice que la Iglesia le salvó. “Fue mi refugio, mis primeros amigos”. Luego ya vino la larga salida del armario. Y la decepción posterior.

Uno de cada cinco matrimonios del país termina en divorcio según el INEGI. El sociólogo Eleocadio Martínez Silva asegura que el matrimonio sufre una crisis como institución, ya que la sociedad actual prefiere las relaciones sin compromisos o a largo plazo.


  

 

Amor y compromiso, dos elementos del matrimonio revalorados por las parejas en México.


Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del 2000 al 2015 la cantidad de divorcios incrementó un 136.4 por ciento, mientras que las nupcias disminuyeron un 21.4 por ciento.


A propósito del 14 de febrero, el coordinador del Colegio de Sociología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Eleocadio Martínez Silva, aseguró que la sociedad actual rehúye de los compromisos legales y a largo plazo.


“Cada vez más, en nuestras sociedades, vivimos una creciente individualización. Ahora tomas decisiones más individuales y no en función a un grupo.


“Esta idea de construir futuros a largo plazo, llámese en el trabajo, en las relaciones amorosas, amistades, es altamente cuestionado en nuestras sociedades. Lo que importa es que fluyan los acontecimientos sin ningún compromiso a largo plazo”, preció el sociólogo de la UANL.


El empoderamiento de la mujer en la toma de decisiones, así como los cambios en el proyecto de vida de las personas, son algunos factores que aseguró Martínez Silva, han impactado directamente en la decisión de una pareja de contraer matrimonio.


De acuerdo al INEGI, cuatro de cada 10 personas mayores de 15 años son solteros, divorciados o viudos; mientras que el otro 60 por ciento de la población se encuentra en unión libre o matrimonio.


“Lo que está en crisis es la institución del matrimonio, pero las relaciones de pareja no necesariamente. Sectores cada vez más amplios buscan construir relaciones de pareja donde no medie el matrimonio”, explicó el profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL.


En 1980 por cada 100 matrimonios en México había 4.4 divorcios en el 2000 la cifra se elevó a 7.2 divorcios por cada 100. Para 2010 hubo 15.1 rupturas por cada 100 uniones, y al 2013, se registraron 18.6 separaciones por cada 100 matrimonios, según el INEGI.

Camila Jiménez asegura que las autoridades universitarias no le han explicado el motivo por el que no se le permite concluir sus estudios; la institución asegura que incumplió con el periodo de inscripción


  

 

Camila Jiménez es una estudiante de posgrado en la Universidad Autónoma de Zacatecas tiene 24 años de edad, es colombiana y también es una mujer
Llegó a México hace dos años y su proceso de sustitución hormonal inició en 2016, lo que le ha generado una serie problemas sociales, incluido el ámbito académico, pues en la UAZ le han impedido inscribirse y cursar el último semestre de la Maestría en Ciencias Sociales.


Pese a ser una alumna de excelencia -con un promedio de 9.2-, Camila asegura a EL UNIVERSAL que las autoridades universitarias no la han recibido y tampoco le han explicado el motivo por el que no se le permite concluir sus estudios en esa institución; afirma que se trata de un acto de discriminación por parte de los directivos de la universidad por su condición de género.


Esta situación obligó a Camila a buscar apoyo jurídico a la asociación Caribe Afirma que se ha convertido en su representante legal, e incluso ha pedido la intervención del Consulado de Colombia, así como del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).


Autoridades niegan exclusión, Sin embargo, Rubén Ibarra Reyes, secretario general de la UAZ, señala que “en la universidad no hay ninguna exclusión de ningún tipo contra nadie. Aquí, toda persona tiene las puertas abiertas sin importar sus creencias, religión, condición social ni mucho menos sus preferencias sexuales”.


Explica que en el caso de Camila, de quien se refiere como el alumno, con su nombre en masculino, argumentando que así lo establecen sus datos en los registros escolares (información que no se revelará a petición de Camila) “no se trata de exclusión, sino de un incumplimiento de los periodos de inscripción y por las ausencias a clases”, al argumentar que “el alumno en cuestión se presentó dos semanas después”.

Mons. Javier Martínez señaló en su homilía del pasado domingo que “hay una patología detrás de eso” y “una torpeza de la inteligencia” y afirmó que “una ideología puede enseñar las cosas más inverosímiles”.


  

 

El arzobispo de Granada, Javier Martínez, reflexionó en su homilía del pasado domingo acerca de las implicaciones de la ideología de género que, según advirtió, “trata de imponerse como ley en la educación de los niños”.


“Hay una patología detrás de eso. Hay una cortedad y una torpeza de la inteligencia”, subrayó el arzobispo de Granada durante la homilía pronunciada en la Eucaristía dominical celebrada en la Catedral, en la que también recalcó que “una ideología puede enseñar las cosas más inverosímiles”.


Mons. Martínez defendió que los mandamientos y la ley de Dios no son un capricho de Dios, sino caminos de vida, y que cuando uno se aleja de esa vía se entra en una cultura de la muerte. El prelado añadió que la Creación ya tiene una ley que, en la mayor parte de los casos, se descubre con el sentido común.


Asimismo, el arzobispo de Granada criticó que, en ciertas carreras de la Universidad, se da a entender que el mundo es simplemente una cantera y que la finalidad de la vida humana es económica. “Mentira podrida. Y bastaría la razón, una razón libre, de prejuicios ideológicos para darse cuenta de ello”, aseguró.

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