Los líderes cristianos en Irak hicieron un llamado a la Unión Europea para que ayude a su país para evitar una guerra civil, que amenaza el futuro de esos pueblos y de las minorías, en donde ya hay menos de 400 mil cristianos.
La delegación viajó hasta Bruselas, gracias a la invitación de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), y estuvo presidida por Mons. Louis Raphaël Sako, Patriarca de la Iglesia católica caldea, acompañado por el Arzobispo siro-católico de Mosul, Yohanna Petros Moshe, y por el Arzobispo caldeo (católico) de Kirkuk, Mons. Yousif Thomas Mirkis.
Ellos fueron recibidos por el Presidente del Consejo de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, así como por miembros de la Comisión y del Parlamento Europeo, con quienes dialogaron sobre los últimos acontecimientos ocurridos en la región, desde la invasión del grupo armado ISIS, que ha afectado la libertad de los cristianos en la región.