La coerción de padres o pareja, o de un tercero, con o sin violencia doméstica, es el 44.4 por ciento de la causa por la cual las mujeres buscan abortar.

¿Cómo están, queridos amigos de Yo Influyo? Los saluda Alejandra Diener.

Voy a continuar platicando del estudio que sacó el Melisa Institute, en Chile, sobre el aborto provocado relacionado con la mortalidad materna.

Recuerdan ustedes que hablamos que en los países en donde más permitido está el aborto más mortalidad materna por aborto provocado se da. Y en países en donde está prohibido el aborto, como lo es

Chile, que desde 1989 lo prohibió, la mortalidad materna por aborto provocado es casi nula.

Más que ser provida o prochoice, más que nada, hay que ser personas que buscan prevenir el aborto. Prevengamos el aborto. Eso es a lo que los exhorto a todos ustedes.

Pero ¿cómo lo vamos a prevenir? Vamos a prevenirlo haciendo algo por las mujeres en situaciones vulnerables. Por ejemplo, este estudio habla de la disminución de la morbilidad por aborto provocado, que sería dado gracias a la expansión gradual en el país chileno de programas preventivos por parte de la sociedad civil.

En México tenemos a Vifac y a Yoliguani, entre otras, que son casas-hogar que dan acogimiento a las mujeres que se sienten totalmente abandonadas y que la única opción que ven ellas es el aborto.

El aborto no es la solución. Eso es lo que la “cultura de la muerte” nos está vendiendo costantemente, eso es lo que la “cultura del descarte” nos hace creer; y a las mujeres, ofuscadas por su situación, las lleva a consumir de esta industría del aborto, que es la industria de la muerte más terrible.

Este estudio chileno del Melisa Institute, comandado por el doctor Elard Koch, nos habla que la coerción de padres o pareja, o de un tercero, con o sin violencia doméstica, es el 44.4 por ciento de la causa por la cual las mujeres buscan abortar.

También está la interferencia por espectativas de vida, el 22.8 por ciento; el ocultamiento del embarazo por temor o reacción de padres o pareja, esto es el 20. 4 por ciento; otro porcentaje, quizá el más bajo, y lo que la gente dice es proaborto, es que ¿por qué vamos a hacer que esa mujer tenga un bebé si fue violada? Resulta que en este estudio que han hecho estos científicos chilenos que el abuso sexual reiterado, violación e incesto lleva a la mujer a pensar en el aborto, en 2.1 por ciento; el abandono de la pareja, en 1.9 por ciento; y problemas de tipo psicológico o emocional, el 1.9 por ciento.

Por lo que estamos viendo, el mayor porcentaje, que es alrededor de un 70 por ciento, es por violencia doméstica, por abandono de hogar, porque los papás y las parejas no apoyan a las mujeres. Es entonces que ellas no se sienten entendidas, comprendidas, y amadas; y por eso es este embudo que las lleva a decidirse por el aborto. Pero no es porque lo estén haciendo por propia voluntad, sino porque el mundo les ha cerrado las puertas y las ha descartado.

Por eso, los invito a prevenir el aborto. ¡Prevengamos el aborto! ¿Cómo? Dándoles soluciones de vida a las mujeres en situaciones vulnerables.