Las menores de edad quedan expuestas a vivir una experiencia que les marcará profundamente, esto sin la debida formación e información sobre el ser humano que llevan dentro y sin el acompañamiento de un familiar.

Texas, al igual que muchos otros Estados de la unión americana, ha tratado de defender la vida de los no nacidos, y regular más el aborto.

Sin embargo, cada año un proceso legal poco conocido en el Estado está ayudando de 300 a 500 mujeres a dar por terminado su embarazo, sin involucrar a sus padres.

A través de la llamada "evasión judicial", las adolescentes menores de 18 años de edad pueden solicitarle a la Corte un permiso para abortar, en lugar de pedírselo a sus padres.

Aproximadamente el 20 por ciento de los abortos a los que se someten las menores de edad de Texas son aprobados a través de este proceso en la Corte.
Sin embargo, los legisladores de Texas están presionando para que ese proceso sea cada vez más limitado.

De acuerdo a las nuevas propuestas en la Legislatura, las adolescentes tienen que presentar más pruebas que demuestren que son lo suficientemente maduras para tomar la decisión y que le temen al abuso de sus padres.

Se espera que algunas de las propuestas sean aprobadas.