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La pareja que se encuentre enfrentando una crisis puede acudir a una orientación o bien ayudarse de la literatura a favor de la unión matrimonial.


  

 

Durante la inauguración de la XVII Exposición del Libro Católico en La Plata (Argentina), el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, reflexionó sobre los problemas pastorales que enfrentan la Iglesia sobre la familia y cómo una buena lectura católica puede ayudar a remediar este problema.


El Prelado indicó que existe una "ingenuidad" porque "actualmente no se sabe muy bien qué es una familia: hay familias separadas, ensambladas, igualitarias, de hecho y otras combinaciones".
Puntualizó en el nuevo Código Civil argentino "ha hecho del matrimonio un rejunte provisorio, condición que va a afectar de provisoriedad a la familia".


Al respecto, señaló que "el problema pastoral más importante es que hoy un porcentaje altísimo de los bautizados no se casa, vive en pareja. Tendríamos que promover entre los jóvenes la vocación al matrimonio cristiano, como intención básica de una educación de los niños y adolescentes para el amor, la castidad, el sacramento nupcial y la familia"


Como modo de enfrentar estos problemas, Mons. Aguer manifestó que en el evento se ofrecen "buenos libros para que leídos en familia contribuyan al crecimiento de sus miembros".


"Se aconseja entonces a las familias, a las familias católicas en primer lugar, que dediquen algún rato a leer juntos, como por ejemplo antaño muchos padres solían reunir a sus hijos para leerles algún pasaje de la Biblia o un libro edificante", comentó.


"Son libros, en fin, que pueden interesar a un católico para formarse e informarse sobre los grandes problemas que preocupan, o deberían preocupar, al hombre de hoy. Sana y bella literatura, además", subrayó.

La política del hijo único deja cicatrices

La política de un solo hijo tuvo un profundo efecto en la vida de los ciudadanos chinos.


  

 

Después de 35 años, China ha anunciado que va a abandonar su "política del hijo único." La decisión parece haber sido impulsada por las preocupaciones de que la baja tasa de fecundidad del país crearía una crisis que podría llegar a poner en peligro la legitimidad del gobierno del Partido Comunista. Detrás de ese panorama, sin embargo, hay millones de imágenes pequeñas: las vidas individuales afectadas por la política de un solo hijo y el sufrimiento humano que causó.


A pesar de que no fueron aprobados por el gobierno, los abortos obligados y la esterilización obligatoria fueron parte de la política del hijo único de China desde la década de 1980. La creciente ira por las prácticas llevó a Pekín a presionar por medidas menos coercitivas en la década de 1990, incluyendo métodos de planificación familiar. Sin embargo, aunque el gobierno nacional pudo haber prohibido estas prácticas, funcionarios locales y provinciales con frecuencia no prestaron atención a la implementación de dicha política, ya que ayudar a mantener la baja tasa de natalidad era a menudo un camino a una promoción.


En el 2005, los agricultores de la ciudad de Linyi dijeron a The Washington Post que las autoridades locales allanaron las casas de las familias con dos hijos y exigieron esterilizar al menos a uno de los padres. Las mujeres embarazadas que ya tenían dos hijos fueron detenidas para realizar los abortos. Si las personas trataban de esconderse, sus familiares eran encarcelados.


Se reportaron casos de abortos forzados en fechas tan recientes como el 2012. Ese año, una mujer embarazada fue arrastrada a un hospital por las autoridades de la provincia de Shaanxi y obligada a tener un aborto porque no podía pagar la multa impuesta de 6,300 dólares por tener un segundo hijo. Después de que las fotos de la madre—que estaba embarazada de siete meses— en una cama de hospital sosteniendo el cadáver de su hija se publicaron en redes sociales, la indignación se extendió por todo el país.


Inicialmente, las autoridades locales dijeron que el aborto de la mujer había sido llevado a cabo "de acuerdo con la ley". Una investigación posterior consideró que el aborto tardío fue una "grave violación" de las políticas nacionales. El marido de la mujer recibió eventualmente una indemnización de unos 785 dólares.


Aquéllos que trataron de llamar la atención sobre estas prácticas arriesgaron la ira de las autoridades locales. Quizás el más famoso es Chen Guangcheng, un "abogado descalzo", ciego, quien presentó una demanda colectiva contra las autoridades de Linyi por su uso de abortos forzados y esterilizaciones en la aplicación de la política del hijo único. Chen fue posteriormente encarcelado durante cuatro años, lo que fue ampliamente visto como un castigo por su acción legal. Incluso después de su liberación, él y su familia fueron puestos bajo arresto domiciliario y se enfrentó a la violencia en repetidas ocasiones.


La política de un solo hijo tuvo un profundo efecto en la vida de los ciudadanos chinos. Cabe destacar que, en un país donde los hijos de largo habían sido favorecidos en las comunidades rurales, un problema del infanticidio femenino se desarrolló rápidamente después de la implementación de la política. Un informe sugiere que por lo menos 1 millón de bebés murieron en los primeros 10 años de la política, la mayoría de ellos niñas. "Yo amaba a mi hija", le dijo a Michael Weisskopf un agricultor que mató a su hija en un innovador artículo de 1985 que abordó el problema. "Pero tarde o temprano se casaría, me dejaría por un marido. Yo la hubiera apoyado durante 20 años para nada".


Posteriormente, a pesar de la oposición del gobierno, los padres usarían tecnologías selectivas por sexo para asegurar que tendrían un hijo varón. Una estadística ampliamente citada sugiere que hasta 95% de los niños en los orfanatos chinos son mujeres.

El grupo de monjas católicas enfrentan millones de dólares en multas del IRS porque no pueden, según su fe, incluir anticonceptivos en el plan de salud que ofrecen a sus empleados.


  

 

LLa decisión del Tribunal responderá finalmente la pregunta crucial sobre si las agencias del gobierno pueden, sin absolutamente ninguna supervisión legislativa, obligar innecesariamente a ministerios religiosos a violar su fe.


El Supremo tratará el caso de Las Hermanitas con otros clientes de la Fundación Becket, incluyendo a las universidades Houston Baptist y East Texas Baptist, Sacerdotes por La Vida, la universidad South Nazarene, Geneva College, la Archidiócesis Católico Romana de Washington, y Zubik.


«Las Hermanitas dedican su vida cuidando a los ancianos pobres. Ese es un trabajo que el gobierno debiera aplaudir, no castigar», dijo Mark Rienzi, abogado principal de la Fundación Becket Pro Libertad Religiosa. «Las Hermanitas de los Pobres no deberían estar peleando con su gobierno por una exención que el gobierno ya le ha dado a miles compañías, incluyendo a corporaciones como Exxon, la Compañía Embotelladora Pepsi Cola, y Boeing. Tampoco debería permitírsele al gobierno decir que las Hermanitas no son «lo suficientemente religiosas» para ameritar una exención que las iglesias y otros ministerios religiosos han recibido.


No han tenido otra alternativa


Las Hermanitas, que cuidan a más de 13,000 ancianos pobres de Estados Unidos, no han tenido otra alternativa que apelar al Tribunal Supremo debido al rechazo del gobierno a eximirlas del mandato de HHS que actualmente está en su novena iteración inaceptable. El mandato obliga a las Hermanitas a autorizar al gobierno a utilizar el plan de salud de los empleados de las Hermanitas para proveer anticonceptivos y medicamentos que provocan abortos – una violación de su fe – o pagar enormes multas que amenazarían su misión religiosa (ver video). En enero de 2014 el Supremo emitió una orden temporal que protege a las monjas, pero el gobierno ha continuado impugnando el dictamen y pidiendo a cortes inferiores que eliminen esa protección.


«Como Hermanitas de los Pobres ofrecemos a las personas mayores más necesitadas de todas las razas y creencias un hogar donde son bienvenidos como Cristo. Practicamos este hermoso ministerio por nuestra fe y no podemos de ninguna manera escoger entre nuestro trabajo con los ancianos pobres y nuestra fe, algo que no deberíamos tener que hacer», dijo la Hermana Loraine Marie Maguire, Madre Provincial de las Hermanitas de los Pobres. «Lo único que pedimos es que no nos quiten nuestros derechos. El gobierno exime a grandes corporaciones, pequeños negocios y otros ministerios religiosos de lo que nos imponen a nosotras. Sólo queremos continuar cuidando de los ancianos pobres como lo hemos hecho durante 275 años. Esperamos con avidez la sesión de la Corte Suprema que considerará nuestro caso y oramos a Dios que proteja nuestro ministerio».


El Fondo Becket por la Libertad Religiosa y el principal defensor ante el Tribunal Supremo, Paul Clement –el mismo equipo legal que ganó el caso de Hobby Lobby – presentó oficialmente la petición en representación de las Hermanitas, así como del Trust de Beneficios de Empleados de las Asambleas de Hermanos , Reaching Souls International, Truett-McConnell College y los Recursos Financieros GuideStone de la Convención Bautista del Sur.


«Resulta ridículo que el gobierno federal argumente, en estos tiempos y esta época, que no es capaz de encontrar la solución de distribuir anticonceptivos sin la participación de monjas y sus planes de salud», dijo el Consejero Principal Mark Rienzi.

Para muchos, una de las primeras drogas que consumen es la mariguana.


  

 

Aprendió a consumir cristal y marihuana antes que a leer y escribir. Tenía seis años cuando probó las drogas por primera vez junto a uno de sus tíos de 10 años de edad. Óscar jugaba a las escondidillas en la calle como otros niños, es cierto, pero aprovechaba esa soledad para encender cigarros de marihuana en los terrenos baldíos.


En la primaria se "iba de pinta" para fumar cristal que calentaba con ayuda de un foco. Las maestras comenzaron a notar su recurrente ausencia, falta de rendimiento académico y baja de peso. Una mañana lo notaron intoxicado y lo reportaron a la dirección.


Como Óscar existen en México 110 mil niños y jóvenes entre los seis y 18 años, que fueron atendidos durante 2014 en centros de Integración Juvenil (CIJ) en las 116 unidades que existen en el país.
Un 68% de las y los menores detenidos en los consejos tutelares afirmaron ser consumidores habituales de sustancias adictivas. En primer lugar está la marihuana, con 35%; el alcohol, con 29.8%; y el tercer sitio lo ocupa el tabaco, con 27.3%.


DIF y CIJ inician acciones en 2006


En 2006, el DIF Jalisco y los centros de Integración Juvenil acuerdan iniciar un programa de atención focal a niños entre ocho y 14 años de edad consumidores de sustancias en vulnerabilidad social. Es así como surge la única institución a nivel nacional que atiende a menores con problemas de adicciones, con un tratamiento integral.


Marco Fernando Espinoza, sicólogo del centro de tratamiento, explica que "nuestra población objetivo son niños entre los ocho y los 14 años, sólo varones, pues la prevalencia en los hombres en conflicto con consumo es mayor que la de mujeres. Los niños que atendemos tienen trastornos por diversas sustancias, básicamente ante la marihuana y los inhalantes.


"Desde el punto de vista sicopatológico, muchos de los niños que atendemos presentan condiciones de marginalidad social, pandillerismo, trastornos con déficit de atención e hiperactividad, negativista desafiante, disocial, problemas muy asociados con la rebeldía y con las reglas, y deserción escolar; recibimos niños de todos los estados del país.


"Yo inicio mi trabajo en los centros de Integración Juvenil en 2002 y la prevalencia de atención hacia la población infantil ha ido en aumento. Cada vez hay más consumidores niños. Se ha reducido la edad de inicio del consumo por parte de los usuarios. Tenemos pacientes que han iniciado su ingesta de alcohol y a fumar marihuana a partir de los seis años. La pobreza, la vulnerabilidad social, la marginación, las dificultades familiares para el cuidado de los niños poco atendidos, son factores determinantes en el consumo de todas estas sustancias por parte de los menores", explica el especialista sobre los factores que inciden en este fenómeno.


La Encuesta Nacional de Adicciones reporta que la marihuana es una de las sustancias preferidas por la población. De hecho, ha ocupado los primeros lugares de preferencia desde una medición hecha en 1988.


Datos de la encuesta indican que los adolescentes entre 12 y 17 años tienen más probabilidad de usar drogas cuando están expuestos a la oportunidad de hacerlo, que quienes ya han alcanzado la mayoría de edad. Además, presentan 69 veces más probabilidad de usar la marihuana cuando se las ofrecen regalada, que sus compañeros que no han estado expuestos.

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