La CMDH plantea que la familia, compuesta por la unión de un hombre y una mujer, es el ambiente más favorable para garantizar un desarrollo integral del niño.

La Comisión Mexicana de Derechos Humanos AC (CMDH) pide cuidar que el interés superior del menor sea la consideración primordial en el sistema de adopción, tal como lo establece la Convención Sobre los Derechos de los Niños.

A la CMDH le preocupa que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) esté pensando más en un supuesto "derecho" a adoptar de las parejas homosexuales, que en el interés superior del niño. Y, en este sentido, se pronunció por que los ministros hagan prevalecer los derechos de la niñez sobre otros intereses.

La Convención Internacional Sobre los Derechos de los Niños indica que las sociedades y gobiernos deben de realizar el máximo esfuerzo posible para construir condiciones favorables a fin de que éstos puedan vivir y desplegar sus potencialidades. Esto lleva implícita la obligación de que, independientemente de las coyunturas políticas, sociales y económicas, se asignen todos los recursos posibles para garantizar este desarrollo.

La CMDH citó que, según Fernando Pliego, científico social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estudios realizados en 13 países apuntan a que los niños que viven en hogares de parejas homosexuales enfrentan riesgos mucho mayores a aquellos criados en familias conformadas por un papá y una mamá.

Pliego reconoció que existen riesgos para los niños que viven sólo con la mamá o el papá, pero se disparan drásticamente cuando viven en hogares con parejas del mismo sexo.

También el Instituto Mexicano de Orientación Sexual (IMOS), demuestra que 90% de los niños criados por parejas del mismo sexo presentan problemas como estrés, rebeldía, pena, ansiedad y miedo. El organismo tomó como base ocho estudios de Estados Unidos y Gran Bretaña, que incluyen 251 entrevistas y testimonios de hijos con padres homosexuales.

Por lo tanto, de acuerdo a la Convención Americana de los Derechos Humanos, la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad por el cual debe ser protegida.

El Estado mexicano debe promover una política pública a favor de la estabilidad, igualdad de derechos y solidaridad en la vida de pareja entre mujer y hombre, construida normativamente en la figura jurídica y cultural del matrimonio, que facilite que los niños puedan desarrollarse física y emocionalmente.