La vida de una persona debe ser respetada en todas sus etapas y hasta la muerte natural. El gobierno y sociedad tenemos la responsabilidad de defender la vida y asegurar el bienestar de la persona en riesgo.
El pasado viernes 10 de Julio del 2015 es un día que siempre será recordado en América Latina, debido a que en Colombia se llevó a cabo la primera eutanasia legal en nuestro continente.
Ovidio González, un colombiano de 79 años aquejado de un cáncer terminal de boca que le causaba terribles dolores y le había desfigurado el rostro fue sometido a la primera eutanasia legal que se realiza en Colombia y también en América Latina.
En Argentina está prohibida la eutanasia, así como el llamado "suicidio asistido", que se castiga como homicidio, pero desde 2012 está vigente la ley de "muerte digna" que garantiza el derecho de los enfermos terminales a rechazar cirugías, tratamientos médicos o de reanimación para prolongar su vida.
Esa ley fue aprobada a raíz del debate abierto por la madre de una bebé en estado vegetativo irreversible desde su nacimiento, quien pidió una muerte digna para su hija después de que los médicos se negasen a desconectar los aparatos que la mantenían viva.
En Brasil, la eutanasia tampoco es permitida y sólo se considera la "ortotanasia", avalada por el Consejo Federal de Medicina, que permite la suspensión del tratamiento o retirada de los equipos que mantengan los órganos en funcionamiento de un paciente desahuciado.
En México, gracias a una reforma a la Ley General de Salud aprobada en 2008, se permite lo mismo que en Argentina y Brasil.
En Perú no está permitida la eutanasia, pero el congresista Roberto Angulo, del grupo parlamentario Dignidad y Democracia, presentó en marzo pasado un proyecto de ley que despenaliza el homicidio piadoso y declara de necesidad pública la implementación de la eutanasia, sin que se haya votado hasta el momento.
En Uruguay la eutanasia es entendida como "ayuda al suicidio" y no es legal, pero es posible que un paciente decida no recibir un determinado tratamiento de salud en el caso de padecer alguna patología terminal, incurable e irreversible amparado por una ley específica.
En Bolivia, el código penal sanciona con una pena de uno a tres años de reclusión la eutanasia, calificada como "homicidio piadoso", aunque pueden considerarse atenuantes para bajar la condena o incluso puede concederse un perdón judicial.
El caso ha dado la vuelta al mundo, ya que es la primera eutanasia legal realizada en América Latina.
