Abby Johnson, ex directora de una clínica de Planned Parenthood y hoy líder pro-vida, reveló cómo se procesan al interior de una instalación abortista los órganos de bebés abortados que luego serán vendidos a laboratorios.
Abby Johnson escribió una carta abierta a la Dra. Deborah Nucatola el 14 de julio en el sitio web Life Site News, en la que recuerda haber estado en una posición similar a la que se encuentra hoy la funcionaria de Planned Parenthood.
"Vi el video con tu rostro en él. Te escuché hablar sobre recolectar partes de cuerpos de fetos. Te vi sorber tu vino mientras hablabas sobre cómo remover un feto intacto", escribió Abby. Sin embargo, le aseguró, no le tiene desprecio "porque solía ser justo como tú".
"Verás, mi ex clínica de Planned Parenthood solía recolectar partes de fetos. Yo solía escarbar entre sus cuerpos y prepararlos para transportarlos al laboratorio de investigación con el que contratábamos", recordó.
Abby Johnson trabajó para Planned Parenthood durante casi una década e incluso se sometió a dos abortos. Para ella, el punto de quiebre que le hizo abandonar la industria del aborto fue ver por primera vez un bebé en un ultrasonido.
Tras abandonar la multinacional abortista se convirtió al catolicismo y hoy es una de las principales líderes de la defensa de la vida en Estados Unidos.
Hace poco, recordó en su carta a la Dra. Nucatola, al jugar con sus hijos descubrió otra de las secuelas de su trabajo en Planned Parenthood: Detesta el hielo seco.
"Solíamos participar en estudios donde teníamos que recolectar partes de cuerpos de fetos y enviarlas a laboratorios de investigación, todo para investigación con células madre", señaló.
Abby explicó que cuando se trataba de recolectar órganos de cuerpos de bebés abortados "un cuerpo intacto era oro".
"Un cuerpo de feto intacto es considerado la perfección en la tierra de la investigación de tejido fetal", indicó, aunque "las partes desmembradas del cuerpo también estaban bien... y eso es usualmente lo que les dábamos".
"Yo revisaba la historia clínica de la paciente para asegurarme de que había firmado el consentimiento para que nosotros donemos los restos de su bebé. Casi todas las mujeres lo hacían, porque lo hacíamos ver como que al donarlos estaban ayudando a otros... altruismo durante el aborto".
Abby señaló que si la mujer daba su consentimiento "obtenía las partes deseadas (usualmente todas) y las colocaba dentro de un contenedor particular entregada a nosotros por la compañía de investigación".
"Al final del día, empacaba todos los contenedores ordenadamente en la caja con hielo seco y los enviaba", indicó, "esa era mi vida, y lo hice por ocho años".
"Las imágenes de cuerpos pequeñitos siempre estarán grabadas en mi memoria", dijo y explicó que esas duras memorias le recuerdan "por lo que estoy luchando".
La líder pro-vida reiteró su identificación con la Dra. Deborah Nucatola y le aseguró que "entiendo el mundo en el que vives. Entiendo la ceguera. No pienso que seas una persona malvada. Yo no era una persona malvada".
Abby alentó a la Dra. Nucatola a abandonar Planned Parenthood y unirse a la defensa de la vida, y le aseguró que en su organización "queremos que encuentres paz. Queremos que encuentres verdadera felicidad. Sabemos que eso no sucederá mientras estés involucrada en Planned Parenthood".
