Además de la ayuda por parte del gobierno, las personas en situación vulnerable requieren de la solidaridad y participación de todos para mejorar la calidad de vida de sus familias.
La Cruzada contra el Hambre ha logrado reducir las carencias de un grupo de la población mexicana en pobreza extrema, sin embargo, persiste el reto de vincularla con estrategias económicas para reducir este flagelo de manera sostenida, indica el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El organismo lanzó este lunes el Informe de resultados intermedios de la Cruzada Nacional contra el Hambre, que da cuenta que los indicadores de carencia social son menores en 2015 respecto a la situación de estos beneficiarios en el bienio 2013-2014.
En particular destacan las disminuciones en las carencias por acceso a los servicios de salud, que pasó de 32.9 por ciento a 9.2 por ciento, y por acceso a la alimentación, que pasó de 100 por ciento a 42.5 por ciento.
En tanto, el rezago educativo pasó de 32.7 a 26.6 por ciento; la carencia por acceso a la seguridad social, de 97.6 a 87 por ciento; la carencia por calidad y espacios en la vivienda, de 56.7 a 38.4 por ciento y la carencia por servicios básicos en la vivienda, de 57 a 42.9 por ciento.
El Coneval refiere que la política social ha concentrado sus esfuerzos en la reducción de carencias sociales, y que la Cruzada en particular ha focalizado apoyos a hogares al interior de la pobreza extrema, con una población objetivo de 7 millones de personas, logrando reducir las carencias sociales de esa población.
"Sin embargo, se deben encontrar mecanismos para lograr la reducción de la pobreza más amplia que involucra a 55 millones de personas.
"Sin duda éstos tienen que ver con esquemas que mejoren la actividad económica del país en su conjunto: estrategias que mejoren los salarios reales, la productividad, la inversión y la estabilidad de los precios para generar un incremento sostenido del poder adquisitivo", detalló.
El Coneval realizó este estudio con una muestra de 7 mil 616 hogares, representativa de un total de 207 mil 578 viviendas beneficiarias de la fase inicial de implementación de la Cruzada, focalizada en 400 municipios.
Para ello, el organismo levantó una encuesta panel en un grupo de población compuesta por hogares en situación de pobreza extrema de alimentación, en donde al menos uno de sus integrantes fuera beneficiario de algún programa social registrado en el Sistema de Focalización de Desarrollo en el marco de la Cruzada, en el periodo de enero de 2013 a junio de 2014.
Según Coneval, la Cruzada está modificando las dinámicas y rutinas de las dependencias de Gobierno en sus tres órdenes, pero el efecto es diferenciado y heterogéneo entre entidades federativas.
