La Oficina Nacional Antidiscriminaciones Raciales (UNAR), dependiente de la Presidencia del gobierno, financiaba clubs de prostitución. El director ha dimitido y el escándalo llega al Parlamento

El descubrimiento de un círculo gay donde se practicaba la prostitución, financiado con fondos públicos, ha suscitado un escándalo político en Italia. La UNAR (Oficina Nacional Antidiscriminaciones Raciales), dependiente de la presidencia del gobierno italiano, habría financiado una asociación detrás de la cual se ocultaría un negocio de prostitución.

Detrás de las siglas ANDDOS (Asociación Nacional contra las discriminaciones de orientación sexual), una de las muchas asociaciones financiadas por la UNAR, se escondía uno de los círculos gay de prostitución, que en el año 2016 recibió una subvención de 55.000 euros de la Presidencia del Gobierno. Ante la repercusión que ha tenido el escándalo, el director del UNAR, Francesco Spano, se ha visto obligado a dimitir, tras ser convocado el pasado lunes por la tarde a Palazzo Chigi, sede de la Presidencia del Gobierno.

La denuncia fue realizada por el programa de televisión, «Le Iene», que en un reportaje emitido el domingo puso al descubierto que los beneficiarios de una lluvia de subvenciones públicas han sido algunas asociaciones con dudosos objetivos sociales y culturales, o como en el caso ANDDOS claramente ilegales. Un enviado del programa «Le Iene», con cámara oculta entrevistó dentro del círculo a diversos clientes descubriendo que se efectuaban regularmente masajes y otros servicios «extra». El reportero entró en saunas y habitaciones obscuras donde se practica sexo con quien se tercia, a menudo sin usar protección. En definitiva, las únicas «actividades culturales» descubiertas por el enviado de «Le Iene» estaban relacionadas con la prostitución en clubes que además subvencionaba el gobierno.