En Gran Bretaña el aborto es legal cuando dos médicos, por separado, hayan atendido a la mujer y hayan aprobado el aborto como “lo más conveniente”. Reporte revela que solamente el 46% de los médicos que expiden el certificado se han encontrado realmente cara a cara con la mujer que solicita el aborto.

Los activistas Pro-Vida exigieron una reforma de las leyes de aborto en Gran Bretaña, después de dar a conocer las cifras revelaron que la mayoría de los médicos nunca atienden directamente a las mujeres cuyos abortos se están aprobando.

En 2012, nada menos que 98.000 abortos - o 378 al día - se les dio el visto bueno sin ninguna revisión personal del médico, y ni siquiera haber conocido a la mujer.

Las estadísticas fueron reveladas a raíz de declaraciones de Sir Edward Leigh, un miembro  del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes: “Estas cifras aterradoras muestran que tenemos el aborto a petición”.