El taller es impartido en el museo Marco una vez al año. Busca intervenir por medio del arte terapia a víctimas de desintegración familiar. Hasta ahora se han atendido a 118 pequeños.
Valentina moja un trapo en una cubeta de pintura, lo exprime y con energía lo estrella en uno de los cuatro lienzos blancos que están en el área de talleres de Marco.
La pequeña, de quien se omite su verdadero nombre, es una de los 16 menores que juegan y, a la vez, están en una sesión de arte terapia, en el Taller de Integración Crearte DIF Capullos.
El taller que el museo imparte una vez al año comenzó en el 2008 y está dirigido a niños de entre 6 y 10 años. Busca intervenir por medio del arte terapia a niños que son víctimas de la desintegración familiar.
"Ésta es la sesión más libre", explica Miguel Ángel Ricardez, arte terapeuta del museo. "La intención es que sea una descarga emocional y de energía, que les sirva como catarsis".
Los niños son seleccionados por los psicólogos de DIF Capullos para asistir al taller porque tienen problemáticas en conducta tras vivir experiencias de violencia o abandono.
"A través del taller pueden desarrollarse mejor como personas y enfocar todo aquello que vivieron de manera positiva", agrega Ricardez.
En estos talleres hasta ahora se han atendido a 118 pequeños.
El viernes concluyó el taller de este año con una exhibición en el lobby del museo. Cada pequeño llevó a un invitado especial: un amigo, su psicólogo o su tutor.
"Los primeros días no venían con muchas ganas, hoy nadie se quería quedar en Capullos", dice Oziel Rocha Arteaga, coordinador de la Villa de Niños del DIF Capullos.
"(Uno de los alumnos) era un niño callado, hoy es de los que andan más brincando, lo ves sonreír. Se sienten importantes, amados, que alguien se interesa por ellos".
Patrocinado por un supermercado, el taller dirigido a DIF Capullos es el más completo que el museo ofrece a una institución y pertenece a su programa Crearte, iniciado desde el 2003 y que atiende a público con discapacidad, vulnerabilidad social y tercera edad.
ARTE Y TERAPIA
La actividad de "action painting" integra un programa de 12 sesiones, y en cada una reflexionan sobre un tema en específico, como el respeto, el autoestima y la identidad, abordados dentro de un ejercicio artístico.
"Esto permite al niño expresar de manera más libre sus sueños, sus miedos, sus vivencias; con ese objetivo se diseñan todas sus actividades", detalla Ricardez, arquitecto especializado en arte terapia.
Por ejemplo, en una de las sesiones los niños hacen trazos libremente sobre una amplia cartulina; después buscan figuras reconocibles y, al encontrarlas, crean una historia.
En otra sesión, los pequeños pintan sobre un tapete, donde deciden qué colocar dentro. Ahí reflexionan sobre su espacio personal.
