En la actualidad algunos hombres evitan convertirse en padres de familia; prefieren extender su soltería y sus aficiones, a veces, bajo el argumento de "aún no estoy preparado".

No todos los hombres coinciden en que ser padre es la experiencia más maravillosa del mundo, algunos evitan a toda costa la paternidad.

Y es que le huyen a la posibilidad de ser padres, ya sea por factores sociales, económicos o psicológicos.

Muchos confiesan que no se sienten preparados para tener hijos y prefieren hacer más planes en pareja o dedicarse de lleno a sus carreras profesionales.

Miedos, traumas de la infancia o incluso problemas con sus propios padres son algunas de las limitantes por las que el sexo masculino decide decir "no" a tener descendencia.

Otros simplemente posponen la paternidad, hasta que ese momento a veces no llega nunca o llega en etapas avanzadas de su vida.

Algunos hombres acusan que es un mandato social, familiar o incluso cultural tener hijos, cuando en muchas ocasiones no se sienten identificados con ese plan de vida.

"Todavía no estoy preparado" o "esperemos a estar mejor económicamente", son algunos de los argumentos más frecuentes para excusarse ante la idea de encargar bebés.

Especialistas y psicólogos señalan que los hombres que no quieren tener hijos se sienten inseguros ante la idea de que el bebé les robe la atención de sus parejas y aparezcan el egoísmo y los celos.

También influye el temor a que su situación económica laboral les impida asumir la manutención de un bebé.

Considerar apresurado tener hijos cuando la pareja no ha disfrutado el suficiente tiempo de novios y amantes, puede ser otra razón por la que los hombres deciden no ser papás.

El que el hombre no quiera tener hijos provoca problemas y fracturas dentro de la relación, al grado de que la mujer decide separarse al ver la negativa de su compañero para hacer una familia.

Cuando estos hombres manifiestan sus ganas de no convertirse en padres, si esto no ha estado lo suficientemente hablado por ambos, puede llegar a desestabilizar ese vínculo, con la consecuente ruptura de la relación.