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La familia como ambiente de desarrollo humano

La comunidad familiar se construye en dos relaciones interpersonales, la relación conyugal y la relación parental.


  

 

"La persona es un sujeto en relación con las otras personas. Ha sido sobre todo la meditación acerca del misterio trinitario la que ha manifestado la esencial relacionalidad de la persona. Ciertamente el uso de la analogía es siempre una operación riesgosa, sobre todo cuando los dos análogos son la persona divina y la persona humana, entre las cuales es mucho mayor la desemejanza que la semejanza. Sin embargo, la antropología cristiana no ha tenido nunca el temor de afirmar que la persona se realiza en la relación con la otra persona, que su vocación constitutiva es la comunión con las otras personas. La persona humana es como una subsistencia relacionada.


Partamos de una pregunta: ¿existe un camino a través del cual poder ver aquella absoluta singularidad que constituye el fondo metafísico de la persona? Creo que este camino, que esta vía es la elección libre: el acto libre es la suprema revelación de la persona.


El acto libre revela eminentemente a la persona. La libertad es la auto-afirmación pura y simple, es el alfa y la omega de la propia vida espiritual.


La genealogía de la persona es la genealogía de su libertad, esto es de su capacidad de amar, esto es, de hacerse don de sí. Dice la Carta a las Familias: "¿Quién puede negar que la nuestra sea una época de gran crisis, que se manifiesta ante todo como profunda crisis de la verdad? Crisis de la verdad, significa en primer lugar, crisis de los conceptos (13,5). Y son precisamente aquellos conceptos los que han entrado en crisis".


La familia y la genealogía de la persona


La persona humana encuentra su cuna, no solo biológica sino espiritual, en la comunidad de la familia. Santo Tomás habla de la necesidad para el hombre, no sólo de un útero físico para su desarrollo, sino también de un útero espiritual, constituido por la comunión conyugal de los padres.


¿Cuál es la razón profunda de este nexo entre familia y genealogía de la persona? Se da un nexo, de derecho inseparable, entre el ejercicio de la sexualidad, amor conyugal y procreación de una nueva persona. La percepción de este nexo tiene una importancia decisiva para comprender toda la doctrina del matrimonio.


En el ser-hombre y en el ser-mujer está inscrito un significado que no pertenece a la libertad de inventar, sino sólo a la de descubrir e interpretar en la verdad. La masculinidad y la femineidad son un lenguaje dotado de un significado originario. No son un dato puramente biológico apto para recibir cualquier sentido que la libertad decida atribuirle. ¿Cuál es este significado? Es el don total de sí al otro. El lenguaje de la masculinidad / femineidad es el lenguaje del don total. Es lenguaje intrínsecamente, esencialmente esponsal, conyugal. Hay un nexo de derecho indeleble entre el ejercicio de la sexualidad y la conyugalidad.


El crecimiento de la persona es crecimiento de su libertad, esto es, de su capacidad de amar, de entregarse a sí misma en la verdad.


El hombre alcanza su plenitud puesto frente a la mujer. Es el momento en que se descubre llamado a una comunión, capaz de realizarla porque está al frente de otra persona. Hay aquí un misterio muy profundo.


No existe un vínculo de mutua pertenencia más radical que el de la pertenencia conyugal. No existe un acto de libertad más grande que el acto con el cual dos esposos se entregan. El hombre que es concebido, es una persona, única e insustituible en su valor infinito.

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