Tras casi una semana de polémica, la niña que se mantenía viva gracias, entre otras razones, a una sonda que la alimentaba será finalmente desconectada de este sistema de nutrición.
La decisión de los pediatras del Complejo Hospitalario Universitario de Compostela, que rectifican su negativa de día atrás, se ha producido poco después de que los progenitores se reuniesen con el juez encargado del caso, esta misma mañana. Según el letrado de los padres, su familia entiende que esta decisión podría ser un «faro que ilumine muchos otros casos».
A la niña se le retirará en las próximas horas la sonda por la que se la alimenta. El paso siguiente consistirá en sedarla y mantener una mínima hidratación para que pueda metabolizar esa sedación. Pese a todo, insisten, el fallecimiento podría tardar días e incluso más un mes en producirse.
