Ningún político ha sabido capitalizar la solidaridad que ha generado en el país las agresiones de Donald Trump
La unidad es la palabra en boga del vocabulario político mexicano. No hay discurso reciente del presidente Enrique Peña Nieto donde no sea empleada. El mandatario la usó el sábado 14 veces en un discurso de 16 minutos durante los festejos de los cien años de la Constitución. Unidad se ha convertido en un vocablo socorrido por los políticos, empresarios y personalidades que han visto agruparse a la heterogénea sociedad mexicana gracias a la amenaza que representa Donald Trump. Esta frágil unión no tiene líder ni cabeza visible y se ha mostrado recientemente renuente a apoyar ciegamente la negociación que el Gobierno del PRI se empeña en llevar a cabo con la hostil administración de Washington. Nadie ha podido capitalizar la unidad nacional en una nueva era política.
Peña Nieto apeló a la unidad desde las elecciones de noviembre en Estados Unidos, pero intensificó su llamado en 2017. Primero en su mensaje de año nuevo y de forma más asidua desde el 20 de enero, cuando Trump llegó a la Casa Blanca. Este sábado, el presidente dijo: “México exige de nosotros unidad. Unidad no alrededor de una persona o un Gobierno, si no unidad en torno a los valores de la Constitución...: soberanía, libertad y justicia, democracia e igualdad”.
